jueves, 1 de mayo de 2008

Metaideología.

Ideas van, ideas vienen.
Llueven en mi cabeza, empapandola de todo tipo de sensaciones
Ahora mismo saltan por los axones mielinizados de mi sistema nervioso incontables ideas que se pelean el espacio para ser proyectadas.
Me pica la rodilla; el texto que están leyendo; estoy hediondo; estuvo bueno el carrete anoche; que está desordenada la pieza...
Todas estas cosas pasan por mi mente antes de rascarme, escribir, sobarme la nariz y sentir el cuerpo pesado por el desgaste del deambular nocturno.

No sé de donde vienen, pero se mueven por todo mi interior. Son muchas las que se amontonan, formando argumentos firmes y movimientos atrevidos que rompen los esquemas de la rutinaria quietud.
Nacen en el silencio, se estimulan con el arte. Marchan con la música, se alimentan con las letras, viven en las palabras, estallan en cada sensación, y aun en mis sueños saltan y gritan, dándole razones a mi lucha y fuerza a mi caminar.

En la historia siempre ha habido ideas que han jugado con los cursos de las líneas del tiempo. Atrevidas y fuertes han detonado guerras, otras que han salvado vidas, han batido records. Ideologías, como conjunto de ideas fundamentadas con ideas, que han luchado por imponer conciencias creyéndose absolutas, destruyendo el valioso patrimonio de la diversidad y autonomía de pensamiento, héroes que con sus ideas han traído paz y libertad para sus pueblos.
Ideas bulliciosas y valientes que han marcado etapas y que han persuadido a cientos de fieles, quienes podrían llegar a dar sus vidas por las convicciones que marcan sus estilos de vida

Pero también hay ideas sencillas y tímidas, que no salen de las mentes.
Me lleno de esas cuando tú estás cerca.
No las enumeraré aquí ahora porque tengo miedo a que me creas un depravado, aunque tengo la idea de que tú piensas parecido a mí.

Así como una fuente de la que brota agua, mis sesos brotan ideas. ¿de qué serviría en el mundo sin ellas?.
Si por mis ideas puedo causar diversión o repulsión, con ideas puedo llegar a ser alguien, con ideas puedo llegar a ti.

Si la juventud es un lapsus idealista, el tiempo nos ha dotado de fuerza y de aguante.

La mente no sirve de nada, sin el cuerpo que ejecute sus mandatos.
Las ideas no son nada sin el movimiento consecuente de todos tus órganos.

Aprovecha la juventud, y como reza el proverbio:
"Ser joven y no ser idealista es una contradicción"

1 comentario:

PauL dijo...

Me gustó como te quedooo :D
se ve re bonitooo y lo que escribiste me gustó.
Y si, mientras tengas ideas no sirve de nada si no eres capaz de concretarlas.
Te quiero pequeñuelo, y muchisimooo
te extrañaba feucho.

Besooo